viernes, 29 de diciembre de 2017

Nuevas habilidades de comunicación verbal para Faustina

El desarrollo del lenguaje oral, un reto que suele ser mayor para los niños con síndrome de Down, pareciera que para Faustina no sería una gran dificultad porque viene haciendo avances muy significativos respecto del habla.


Desde sus balbuceos al tatatá, pasando por sus primeras palabras, hasta los intentos de hablar armando oraciones ya ha pasado el tiempo suficiente para que logre un uso de la oralidad que me deja sorprendida frente a las oraciones que pronuncia, la manera de comunicarse, la forma de expresarse y la facilidad con la cual incorpora nuevas palabras, las comprende y las usa en otros contextos.

Este año comenzó a usar pronombres personales (ya sabía usar esto, aquello, aquí, eso) y algunos posesivos como mí, mío, tuyo, También aprendió los colores, tanto en español como en inglés. Antes de los dos años nombraba figuras, objetos, imágenes, personas (sabe los nombres de todos los miembros de la familia, de todos los compañeros del jardín, de vecinos, docentes y profesionales que la atienden o personas que frecuenta y recuerda nombres nuevos cuando va conociendo gente) y también cantaba muchas canciones pero no se le entendía tanto como ahora.

Su pronunciación ha mejorado tremendamente y con ello puede comunicarse mejor. Su vocabulario se desarrolló exponencialmente y conoce palabras que no sé bien de dónde aprende. En este sentido, el jardín, las experiencias nuevas, ponerle palabras a sus vivencias, ver videos, dibujos y escuchar canciones, cuentos, ver libros y revistas y nuestras conversaciones fueron la fuente principal de esta explosión del lenguaje tan palpable, maravillosamente hermosa y realmente más que satisfactoria.

Desde pequeña cuenta hasta diez, pues lo aprendió contando dos series de diez al hacer sus rutinas de puff por sus broncoespasmos, pero ahora se le entiende mucho más claro y el otro día me sorprendió contando los escalones que bajábamos de una escalera cuando, luego del diez, siguió "onzdse, dozdse, tezdse" ( más o menos es así como pronuncia once, doce, trece!). Ahora empezó a usar el conteo también para jugar a las escondidas, apoyando su brazo y cabeza en una pared! (lo habrá aprendido del jardín).

Sabe su nombre (diminutivo y entero) y se hace entender con el lenguaje oral para todo. También comprende todo lo que estamos hablando los adultos! Repite palabras, fórmulas, expresiones como si quisiera aprenderlas y efectivamente lo hace porque al tiempo las usa en sus conversaciones. Habla casi todo el tiempo, contesta las preguntas de algo que está pasando en el televisor, responde si el interlocutor pregunta algo ("¿de qué color es este huevo, chicos?", "amaiyoooo", contesta ella).

Hace un tiempo está armando oraciones claras y se la escucha decir: "No, Ini, tenés las patas chuchias!" ( "no, Trini, tenés las patas sucias!") o le pregunto sobre un cuento que le gusta escuchar: "¿qué le paso al oso?", "le picó una abeja en el dedo", contesta dramatizando la escena de dolor del oso, por su puesto! También está empezando a entender que los verbos deben ser conjugados. Algunos puede usarlos y otros todavía no: "quiero comer, mami", "ya comí", "el bebé come".

"Lee cuentos y va narrando las historias pasando las páginas de los libros. Y cuando lo que pretende decir es muy largo entonces suelta una jerga donde se le entienden algunas palabras: "eiia onshi el dragón aguita aaara oder bañar a los bebés?, shi, shi, shi, iiiice el dragón". También ya podemos tener conversaciones sobre comportamientos, conductas, acuerdos, planificar qué vamos a hacer en el día, qué necesitamos par lo que sigue, cómo ayudar, qué quiere, qué le pasa, qué le duele, cómo le fue en el jardín... y ya cuenta mucho más de lo que hubiera esperado hace un tiempo atrás.

Uno de sus últimos hitos que logró es hacer sus primeras preguntas. Este último semestre empezó a preguntar "qué pacha, mami?","Ini, que pacha?" ("Trini, qué pasa?"), "¿dónde está Fausti? (si quiere que la busque por la casa) o "es hora de dormir, Fausti", "¿por qué, mami?" (no porque le interese el motivo sino porque no quiere hacerlo!).

A pesar de estas primeras preguntas que van apareciendo, sin embargo aún no es capaz de preguntar cosas que impliquen entender el funcionamiento de algo o para qué sirve o por qué es de determinada manera. Aún no se da cuenta de eso. Pero sí estos día ha habido una novedad y es que comienza a preguntarle a sus muñecos si quieren tomar leche, dormir o comer, por ejemplo.

Hasta ahora yo la estimulaba a que le peguntara a sus bebés si querían la mamadera, por ejemplo, pero ella contestaba la pregunta ("¿querés una mamadera, bebé", le decía yo mostrándole que ella podía preguntarle eso al muñeco, "sí", contestaba! Y así estuvo un buen tiempo sin comprender que era ella la que debía hacer la pregunta. Aún no estaba lista para eso. "¿Puedo agarrar esto, mami?", le ponía de ejemplo, "sí", contestaba nuevamente. En los últimos días ya hace ella las preguntas: "¿querés yogur, Mini?", "Querés dormir Belén?, "Querés que te bañe, bebé?", y resuelve las necesidades de sus muñecos! Es muy hermoso verla.

También es muy emocionante comunicarse por teléfono con ella. Ya entabla conversaciones y responde todo lo que le van preguntando. "¿Comiste, hija'", "sí, mami", "¿qué comiste?", "adoz" (arroz), ¿con quién estás ahora?", "con la abu". También cuenta cosas: "mami, astimé el dedito" (mami, me lastimé el dedito)", "ay, mi vida, ¿qué te pasó?", "me caí", cuenta lastimosa mientras se despide con besos en la pantalla del celular: "chau mamiiii".

Esa palabra, justamente ( y para ser completamente sincera con ustedes) es lo que más me emociona escucharla decir. "Mami", mi cielo, ya me emocioné. Qué palabra tan simple, tan linda, tan valiosa. "Mami, mami, mami", está tan pegada a mí... "Mami" es todo para ella. Y ella es todo para mí. "Mami", será su tono, su forma de decirlo, su voz... mi pequeña me hace la mami más feliz del mundo con solo decir esta palabra/tesoro que suena en mis oídos con una felicidad indescriptible.

Si tu hijo aún no habla y ya chequeaste que no tenga problemas auditivos, tené paciencia y preguntá a sus terapistas sobre otras formas de comunicarse como el lenguaje gestual, el uso de imágenes o el lenguaje de señas que pueden ayudar (más adelante haré una nota sobre esto).

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