jueves, 12 de octubre de 2017

Día Internacional de la Niña

Ayer fue el Día Internacional de la Niña, un día para celebrar la niñez y el hecho de ser mujer y una buena ocasión para reflexionar acerca de la necesidad de respeto por el género y la toma de conciencia de que es necesario terminar con los estereotipos que le otorgan a la mujer un lugar donde queda expuesta a situaciones de dominación por parte de los hombres.
Faustina sentada en su sillita al lado de su gran oso de peluche.

¿Sabías que las niñas están expuestas a violencia y maltrato por el solo hecho de ser niñas? Sabías que las niñas con discapacidad están consideradas como parte de un colectivo especialmente vulnerable. La Asamblea de las Naciones Unidas muestra preocupación constante por esta problemática pues sobre las niñas con discapacidad pesan prejuicios sociales, discriminación y vulneración de derechos básicos y además son un grupo con serias dificultades de inclusión.

Maltrato familiar, institucional, laboral, sin distinción de nivel educativo, económico, físico, profesional o de residencia, las niñas y en especial, las niñas con alguna discapacidad, son víctimas de violencia de todo tipo: psicológica, física, simbólica…

La sociedades, los medios de comunicación, las instituciones, las escuelas y todos nosotros tenemos en nuestras manos la responsabilidad de ayudar a derribar los estereotipos que colocan a la mujer en esta situación, las creencias arraigadas sobre el lugar de sometimiento en el cual se las pone y los comportamientos de maltrato.

Ninguna mujer debería encontrarse en situación desfavorable por el solo hecho de ser mujer. Y ninguna mujer o niña con discapacidad debe cargar en sus hombros el doble peso de la discriminación de género y la discriminación asociada a su discapacidad. 

Las identidades son construidas culturalmente. Todos podemos cambiar la realidad para que ninguna niña más sea agredida, marginada, acosada, maltratada, subestimada, esclavizada, dominada o asesinada.

No más violencia de género contra las niñas. Mi hija, igual que cualquier otra niña, sólo quiere jugar, reir, conocer cosas nuevas, explorar el mundo pequeño que la rodea, abrazos, aprender cada día, disfrutar la vida, pintar, cantar y bailar, correr por el parque, escuchar cuentos, jugar con muñecos, cajitas y bloques, tocar con sus manitos el agua tibia en la bañadera, oler el perfume de las flores, disfrutar sus comidas favoritas, ver burbujas de jabón flotando por el aire, ir al jardín de infantes, jugar con otros niños, mirar a su mamá, amar y ser amada. Merece celebrar la vida y un mundo mejor!


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